A sus 16 años Luz Katherine Rangel conecta golpes de seguridad

noviembre 28, 2019


Tunja, 28 de noviembre de 2019.
Acompañada por su mamá, la boxeadora santandereana Luz Katherine Rangel, estudiante de último grado del colegio José Celestino Mutis de Bucaramanga, se prepara para el RETO de la final nacional de Supérate Intercolegiados. Sus trenzas intactas y unos tenis rosados llaman la atención de los asistentes, pero ella no pierde la concentración, las indicaciones de su entrenador son vitales para ganar el primer combate. Ya sabe lo que es una final, el año pasado ya había llegado a esta instancia en las justas escolares, siempre con el mismo objetivo: colgarse la medalla de oro.

Como muchos de los deportistas que cada año se inscriben en las justas escolares del Ministerio del Deporte, Supérate es un escalón muy importante en la escalera al éxito de esta boxeadora, llegar a la universidad y estudiar psicología es su sueño, quiere ayudar a la gente y está convencida que el deporte y la psicología son la combinación perfecta para servirle a los que más lo necesitan, pero así mismo, Luz afirma que: “Supérate significa la posibilidad de poder estudiar, colgándome esa medalla es la única forma de lograrlo, esa carrera es muy hermosa y así mismo es de costosa, por eso quiero ayudar a mi papás, yo sé que con una medalla yo puedo alcanzar muchas cosas, más de las que yo me puedo imaginar”.

Para su mamá, Luz Mary Guerrero, estos logros de Luz Katherine son el fruto de su esfuerzo, pues asegura que: “todo esto lo ha logrado ella sola, sin el apoyo de nadie, por eso para mi verla triunfar es un orgullo, nadie en la familia es deportista y ella decidió este camino para salir adelante” manifestó con orgullo.

Después de 4 años practicando este deporte, Luz Katherine ya ve en “el boxeo algo de familia, de disciplina, de esfuerzo, del que persevera alcanza”, por eso al ponerse los guantes deja atrás unos años oscuros, de dificultades y adversidades. Gracias al boxeo encontró la seguridad en sí misma, de aceptarse como es y de demostrarle a todo el mundo de lo que es capaz. Hoy, en tierras boyacenses esta joven deportista ve el esfuerzo de más de una hora y media de recorrido diario para ir a entrenar, de horas enteras en un coliseo dando golpes, de trasnochadas de estudio y de sacrificios, que según ella la llevarán a lo más alto del boxeo mundial.
 

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